Sant’Erasmo solía llamarse también “el jardín de Venecia”, porque aquí se cultivaba un huerto que producía toda la verdura y la fruta que se comía en Venecia, necesarias en una comida principalmente de pescado. Los habitantes de esta isla siempre tuvieron un estilo de vida diferente de lo de la isla principal, porque la mayoría de las personas de aquí eran simples agricultores. El ambiente de gran silencio y de cierta tranquilidad ha permanecido hasta hoy en día en la isla de Sant’Erasmo con su paisaje bucólico y sus ritmos muy lentos. Desafortunadamente, Sant’Erasmo no cuenta con elementos artísticos que puedan atraer al turismo de masa de Venecia, razón por la cual sus habitantes siguen disminuyendo día tras día.