La primera isla que cruzamos es San Miguel, reconocible por sus árboles muy altos y frondosos que emergen de las paredes que los rodean. Se le conoce también como “Isla de los muertos” porque aquí está el cementerio de Venecia. Al principio San Miguel era un monasterio del siglo XIII famoso por su librería y por los académicos que estudiaban allá. Su función de cementerio empezó con la invasión de Napoleón cuyo decreto oficial de 1804 ha dejado una huella en la historia. De hecho, antes del decreto los cadáveres se enterraban cerca de la parroquia del difunto, con consecuencias terribles para las condiciones higiénicas del área urbano. Con el decreto, en cambio, se estableció que los muertos de Venecia tuvieran que ser enterrados fuera de la ciudad. Entre los muchos personajes famosos que se enterraron en San Miguel hay Josif Brodsky y Ezra Pound y también el compositor ruso Igor Stravinsky.