La isla de Burano es el verdadero centro habitado de la laguna norte y se encuentra cerca de la casi vacía isla de Torcello. Igual que Murano, Burano fue fundada por unos refugiados que se establecieron aquí para huir de las invasiones bárbaras en la tierra continental y ha adquirido mucha fama gracias a sus típicas casas de colores. Los habitantes de Burano hoy en día siguen sintiéndose más “buranei” que “venecianos”, debido a la distancia de su isla de la de Venecia, y muestran su independencia a través de un acento muy diferente y guardando con celos sus antiguas tradiciones, sobre todo la del encaje hecho a mano.