Este maravilloso edificio es la Escuela di San Giorgio degli Schiavoni, literalmente San Jorge de los esclavos. Ésta fue una de las Escuelas Nacionales que el Estado de Venecia solía asignar a la comunidad de un determinado País extranjero bajo su dominio. San Jorge fue asignado a los dálmatas, la población que provenía del otro lado del Atlántico, de los modernos Balcanes. El poder de Venecia consistía mucho en esta estrategia, enriquecerse gracias al trabajo de las comunidades extranjeras que vivían en su territorio. Después de 1806 la mayoría de las Escuela Nacionales fueron destruidas por Napoleón o utilizadas para fines diferentes, así que San Jorge de los esclavos es la única aún en pie y debe su fama sobre todo a las increíbles pinturas de Vittore Carpaccio en el interior, uno de los mejores pintores renacentistas del mundo.