Esta es la entrada al Arsenal, el primer y más poderoso astillero de la historia donde se guardaban los secretos militares de Venecia con la misma seriedad con la que se esconden hoy los de las armas nucleares. Las paredes siguen hoy en día intactas, extendiéndose por tres kilómetros. El poder de Venecia se reflejaba en las casi dieciséis mil personas que trabajaban aquí para realizar las embarcaciones. Si pensamos que durante las guerras contra los turcos en el siglo XVI el Arsenal produjo una nueva galera cada día por cien días, podemos imaginar que de verdad la moderna cadena de producción empezó aquí antes de que Ford la empleara años después en América del Norte. Los que trabajaban aquí se llamaban “Arsenalotti” y su conocimiento de los secretos militares de Venecia hacía que su posición fuera tan importante que no tenían que arrodillarse frente al Dux. A pesar del prestigio obtenido, los Arsenalotti tenían turnos de trabajo muy duros en condiciones y temperaturas terribles por lo que Dante Alighieri comparó el Arsenal con la sección del Infierno de su Divina Comedia en la que los apostadores sufren por una llama que los abrasa, como se lee en una placa en la pared del Arsenal dedicada a Dante. Una hilera de estatuas de leones de mármol blanco vigila la entrada al Arsenal, pero fíjate atentamente en el león más alto a la izquierda. Esta estatua fue traslada aquí desde Atenas donde vigilaba la entrada de la antigua ciudad griega casi 400 años atrás. En uno de sus lados pueden verse unas inscripciones que hace hasta poco parecían imposibles de leer porque nadie reconocía el idioma en el que fueron escritas, pero un académico noruego de vacaciones en Venecia reconoció los símbolos inscritos como runas quizás realizadas por unos soldados vikingos en el siglo XI. La palabra “Arsenale” toma su nombre de la palabra árabe que significa “lugar de trabajo”, así que en un sólo lugar podemos encontrar testimonios diferentes de la amplia mezcla de personas y culturas que han sido protagonistas en Venecia a lo largo de los siglos y que han contribuido a convertir esta ciudad en un lugar único en la historia.