Estás entrando en la Plaza de San Marcos, el verdadero corazón de Venecia. Napoleón la describió como “el salón más elegante de Europa”. Frente a ti puedes admirar la Basílica de San Marcos y sobre el porticado por el que has entrado, el museo Correr, dedicado a la historia veneciana. Flanqueando la Basílica, a tu izquierda, se encuentran las denominadas Procuratie Vecchie, es decir, las antiguas oficinas de la administración de la República, con los soportales llenos de tiendas y con el famoso Café Quadri que tanto gustaba a los invasores austriacos. Al otro lado de la plaza, a tu derecha, puedes ver las Procuratie Nuove y el Café Florian, el preferido de los patriotas venecianos durante la ocupación austriaca.