El faro que ves aquí en Murano se construyó en 1912 pero siempre hubo también una torre de madera, aunque más hacia el interior. Hoy en día el faro cuenta con electricidad, pero en el pasado solían encender un fuego por encima durante la noche, cuyo reflejo podía verse por toda la laguna y servía para ayudar la navegación de los barcos y garantizar su seguridad. Durante el día, la función del faro era la misma que la de otras torres de Venecia, como por ejemplo el Campanario de San Marcos, es decir, se convertía en un puesto de observación para darse cuenta de cuándo los barcos mercantes llegaban a la laguna o, aún más importante, para ver si había barcos enemigos.