Llegando desde el puente quedarás encantado por la iglesia más antigua de Murano, Santa María y Donato, llamada por los locales San Donà.
Las dos hileras de arcos bizantinos sobre sutiles columnas de mármol blanco y los diferentes capiteles contribuyen al aire de tranquilidad dado por los colores claros y las curvas suaves de su fachada. El interior refleja el estilo elegante del exterior con su maravilloso suelo de mosaico que se remonta al siglo XII y ha obtenido fama también por el extraordinario mosaico dorado de la Virgen Orante, una obra única de arte bizantina que no puedes perderte.