Pasee por la Riva degli Schiavoni y disfrute de las vistas de la cuenca de San Marco: desde el Lido hasta el Palacio Ducal, pasando por las islas de San Giorgio y San Clemente. ¿El toque extra? La gran estatua del rey Vittorio Emanuele II con el campanario de San Marco al fondo. ¡Imperdible!