El Ponte delle Guglie se remonta al año 1285, pero desde entonces se han efectuado muchas reconstrucciones. El puente toma su nombre de los cuatro obeliscos situados en las esquinas de las barandillas, que llevan el nombre de ‘guglie’. Los obeliscos se añadieron en el siglo XIX, así que antes el puente se conocía como Ponte di Cannaregio por el canal que fluye bajo él y que comunica la laguna con el Gran Canal. Al principio se trataba de un puente levadizo, igual que muchos otros puentes en Venecia, sin pasamanos y hecho de madera, lo que significaba un riesgo mayor de incendios, razón por la cual se decidió reconstruirlo con piedra.