Marco Polo fue enterrado en esta gran iglesia tras su muerte en 1324. Aunque hoy se desconoce la ubicación exacta de su tumba debido a las reformas y a un incendio en el siglo XVI, la iglesia sigue siendo un lugar importante para honrar su memoria. La arquitectura y el arte góticos de la basílica son testimonio de la prosperidad de la época, impulsada en parte por las contribuciones de Polo al comercio y la exploración de Venecia.
Un reciente descubrimiento de los estudiosos de la Universidad Ca’ Foscari ha revelado la estrecha relación sin precedentes entre Marco Polo y los dominicos de los Santos Juan y Pablo, que supuestamente tradujeron (de la lengua vernácula al latín) «Il Milione» para él, con el fin de facilitar su difusión y convertirlo en una especie de «guía turística de Oriente».