En la Academia de las bellas artes, fondada en 1750, en un tiempo se enseñaban a los aspirantes artistas, la pintura, escultura y arquitectura. A la caída de la Republica de Venecia por Napoleón, en 1797, muchas iglesias fueron saqueadas y destruidas: tristemente un alto número de obras de arte fueron robadas, arruinadas o vendidas en el caos general que reinaba. La Academia se hizo un baluarte para la conservación y protección de las obras artísticas. Decidieron favorecer las obras de artistas venecianos y vénetos entre el 1300 y 1700. Por es, hoy en día, las Gallerías pueden mostrar sus obras maestras de artistas como Bellini, Giorgione, Tziano, Tintoretto, Carpaccio, Veronese, Tiepolo y muchos más.