Desde el Puente de Rialto puedes ver el Fondaco dei tedeschi, un imponente palacio del siglo XV. Su nombre podría traducirse como Almacén de los alemanes, aunque en realidad los fondachi eran más que simple almacenes. En ellos, por concesión de las autoridades de la ciudad, los comerciantes extranjeros no solo podían depositar sus mercancías, sino que podían también hacer los tratos de compraventa e incluso alojarse. El nombre recuerda, además, los intensos vínculos que existieron en el pasado entre Venecia y el mundo alemán. En 1505 un incendio lo destruyó casi completamente, pero, en solo tres años fue reconstruido exactamente como lo vemos hoy en día. Para la ocasión, Giorgione y Tiziano pintaron frescos en las paredes externas; el primero en las que daban al Canal Grande y el segundo, en la parte del río. Desgraciadamente, todos ellos han sido víctimas del tiempo. En la actualidad, el Fondaco es un lujoso centro comercial, propiedad de Benetton.