Aquí estamos en Campo San Pantalon, cuya iglesia es dedicada a San Pantaleón, un cura que en el siglo III fue martirizado porque había intentado convertir al cristianismo a algunos habitantes de Anatólia, es decir la moderna Turquía.
La fachada de ladrillo comunica un estilo muy simple que no se refleja en el interior de la iglesia, cuyo techo se ha convertido en el lienzo para la pintura más grande del mundo que representa el martirio de San Pantaleón. Y la pintura no es la única sorpresa de esta iglesia, porque parece que en una capilla se guarde uno de los clavos utilizados en la crucifixión de Jesús. Si te acercas hacia el agua hasta el edificio a orillas del canal, verás una placa donde se describen las medidas del pescado autorizadas para la venta en Venecia. Cómo el Estado era muy atento a que se respetaran las reglas, las sanciones en caso de infracción solían ser muy duras.