Giacomo Casanova es universalmente conocido como el seductor por excelencia, un hombre capaz de conquistar mujeres de todas las clases sociales con su encanto irresistible, su elocuencia y su carisma. Pero, ¿quiénes eran las mujeres de Casanova? ¿Y qué tipo de relaciones tenía con ellas?

Casanova no era solo un libertino. En sus célebres memorias, pinta una imagen de sí mismo más compleja: un hombre que sentía un afecto genuino y respeto por las mujeres. No las veía solo como objetos del deseo, sino como individuos llenos de inteligencia y personalidad, capaces de sorprenderlo y, a veces, incluso de desafiarlo. De hecho, el veneciano se jactaba de nunca haber causado sufrimiento duradero a una mujer. Después de sus aventuras amorosas, sus parejas regresaban a sus vidas sin drama ni arrepentimientos, a menudo con un renovado sentido de libertad y seguridad. Se dice que era tan encantador y respetuoso que sus conquistas no lo veían como un hombre que «tomaba y abandonaba», sino como un viento apasionado que traía alegría y dejaba el corazón ligero.

Más que un simple seductor, Casanova fue un hombre de su tiempo, capaz de vivir e interpretar el amor como un arte, dejando una huella indeleble en las vidas de quienes lo encontraban.