Estáis en frente del Museo Peggy Guggenheim: una de las colecciones de arte más importante del mundo.
Peggy Guggenheim, crecida en New York, llegó a Venecia en 1949 y empezó de repente a satisfacer su “dependencia de la arte” comprando ese maravilloso palacio en Canal Grande y donde ha expuesto obras de arte de inmenso valor. Guggenheim amaba tomar el sol en la terraza que, como veis, mira al Canal Grande. Durante sus años venecianos le encantaba hacerse llevar en góndola por los canales, a veces también por todo el día y en compañía de sus queridos perros. A pesar de este tranquila diversión, la coleccionista era famosa por su estile de vida mundano, tanto que se dice que tuve más de mil amantes y unos de ellos eran artistas que patrocinaba. Sin embargo, el único y verdadero amor de Guggenheim fue Venecia. Como una vez dijo: “siempre hemos dado por sentado que Venecia sea la ciudad ideal para una luna de miel, pero es un grave error: vivir en Venecia, o simplemente visitarla, significa enamorarse y en el corazón no queda espacio para nada más”.
